Presentación del libro «EL SELLO DE SANTI»
El libro que se presentó en ITACA (Galapagar) el 20 de diciembre comenzó a escribirse en el Siglo del Columpio y de sus primeras páginas no se pudo corregir las malas porque lo eran todas. Páginas que no dieron respuesta a la pregunta que les daba titulo: ¿ Adónde estás ?… a buen seguro que son tus cosas éstas.
Años después, y cuando ya se habia encontrado el Sello de Santi, volvió a aperecer con el título «Galapagar, del cielo al infinito…por lo menos», dando respuesta desde las páginas inexistentes a la primera pregunta.
Después de años de insomnio vuelve a aparecer el reciente 20 de septiembre en el teatro Victoria de Madrid para realizar el exhorcismo que lo convierta en Libro, es decir que conteste a la pregunta antepenúltima. Y a buen seguro que alguien habrá a quien contesté el libro, dijo la correctora María Rebollo, maestra y escritora; alguien habrá, alguien habrá. Y si como dijo nuestro editor, Ezequiel Teodoro, director de la editorial Avant, es un libro con alma, sabrá buscar a quien lo quiera leer, y se lo podrá leer, como se lee lo que no es de nadie. Y si tiene alma, y tiene nombre, EL SELLO DE SANTI, y le parece libro a Julio y Julia ¡ es que lo es !
Y aparece con antecedentes pero sin tendencia. Y fue que cuando tuvo nombre y tuvo alma se escribió como si se tuviese un cuchillo en la garganta y una voz que repitiera: ¡ Cómo nos aburras estás muerto ! Quizás por eso fuera que se prefiriera no entender a aburrir.
Este Libro quiere honrar y agradecer al Viejo Galapagar por haberle dado respuesta no a la primera sino a la última pregunta: ¿ A que he venido aquí ? Y también quiere agradecer al Viejo Galapagar por su generosidad y confianza al abrir sus puertas de par en par, quizas porque sabía que la unica intención era la de pintar los bancos de lunares.
Y cómo olvidar a aquella Mujer que una vez escribió: La distancia es algo que inventó el hombre para justificar el aburrimiento.
¿ Y el Sello de Santi ?
Eso es un secreto que quedó enterrado en el Viejo Galapagar. Gracias
Luís Luna