Porque un libro que no abres es condenarlo a una especie de purgatorio esperando que alguien le de vida. Alberto Manguel
En enero pasado, en El Pueblo de Ceuta, Ana Picón escribió un artículo muy completo sobre Viento Tingitano de nuestro autor Rufino Sanz y que pueden leer en su totalidad en esta entrada o, entrando en este mismo enlace.
‘Viento Tingitano’, la novela que plantea a España un conflicto armado con Marruecos
La novela del abogado Rufino Sanz se desarrolla en Ceuta y pone a “España frente al espejo” escenificando un conflicto armado con Marruecos en la zona del Estrecho de Gibraltar
“¿Qué haría usted, querida patria, si se desata una guerra con Marruecos?”. Esta es la pregunta que plantea Rufino Sanz, abogado y escritor castellano-manchego, en su novela Viento Tingitado, que se desarrolla en Ceuta y en la que tiene lugar un conflicto armado en la zona del Estrecho de Gibraltar. “Se trata de ficción, pero tengo el convencimiento de que algunos de los peligros que se anuncian son reales”, señala el autor.
Sanz es un abogado de Robleluengo, una aldea del norte de la provincia de Guadalajara, que realizó el servicio militar obligatorio en Ceuta, en el año 1982. Ser destinado a la ciudad autónoma era para él, como para muchos otros peninsulares, poco menos que una tragedia. “El servicio militar era para mí un obstaculizó a eliminar si quería conseguir un empleo algo menos duro que el que durante cuatro meses al año me servía para financiar la carrera”, cuenta.
«Allí encontré gentes que tal vez tuvieran un acento diferente al mío, pero que se me parecían mucho».
Aun así consiguió aprobar el tercer curso de Derecho que estudiaba en Madrid yendo solo a hacer los exámenes finales y Ceuta siempre ocupará “un lugar destacado” en su corazón. “Allí encontré gentes que tal vez tuvieran un acento diferente al mío, pero que se me parecían mucho. Descubrí que eran tan españoles como yo, que soy castellano, pero que defendían con tenacidad su españolidad porque, quizás, no se consideraban suficientemente apoyados”, relata Sanz.
El paso por la ciudad despertó su interés por la historia tanto de Ceuta como de Melilla y ahora sigue con gran atención las noticias que se publican sobre todo lo que tiene que ver con la seguridad en la zona del Estrecho de Gibraltar. Este enclave “españolísimo” en el norte de África en el que vivió durante unos trece meses, le ha llevado casi cuatro décadas después a escribir Viento Tingitano. El autor presentó su obra en el I Concurso Literario Ciudad de Ceuta y, aunque no ganó, despertó el interés del director de la editorial organizadora del certamen, Avant Editorial, que contactó con él para publicar la que es su segunda novela, la primera se llama Cuando Dios gobierne de lejos.
El motivo que lanzó a Sanz a escribir esta historia, que además de plantear un conflicto geoestratégico también recoge historias humanas, es su convencimiento de que “los españoles peninsulares deben conocer mejor la situación de Ceuta (y de Melilla), deben ver a sus ciudadanos como iguales, deben estar dispuestos a ser solidarios con ellos en todo momento y circunstancias. Incluso en las peores, si llegaran a darse. Porque sólo entendiendo que Ceuta es como Segovia, Granada o Toledo la defenderán de verdad. Y tal vez no lo hagan si llegaran a tener alguna duda de cuál debe ser su destino si otra nación la reclama por las malas. Yo, lo puedo asegurar, no comprendí esto hasta que estuve allí y hasta que he estudiado y he intentado comprender la situación desde todos los puntos de vista”.
El año que llegó a Ceuta fue el año en el que España ingresó en la OTAN, pero como recuerda, “el mundo ha cambiado mucho pero el Tratado de Washington no ha cambiado nada en este aspecto: Ceuta y Melilla están hoy más indefensas que nunca”. Por eso, defiende que “España debe poner pie en pared, debe despejar en algún momento la duda de si sus aliados anglosajones son o no fiables, de si llegado el momento crítico estaremos o no solos. Pero para pedir respeto a los demás es preciso que nos respetemos previamente, y que nos hagamos respetar. No podemos dar un paso atrás, ni uno solo, en Canarias o en Ceuta y Melilla. Si lo hacemos, estaremos perdidos”.
Es este el motivo por que lo noveló y escenificó de forma “tan descarnada, desasosegante e intencionada” en Viento tingitano, un libro que se publicó en julio pasado pero que quizás, apunta Sanz, debiera titularse Advertencia severísima a España.
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