Andrés Hernández
Habita en pleno corazón del pensar, tierra nutrida de tempestades.
Apercollado por el rigor de la filosofía, es obligado por la misma a tener que decir algo, algo que, tan pronto hace presa de su lengua, devuelve una pregunta.

Habita en pleno corazón del pensar, tierra nutrida de tempestades.
Apercollado por el rigor de la filosofía, es obligado por la misma a tener que decir algo, algo que, tan pronto hace presa de su lengua, devuelve una pregunta.

