¡Bien! Normalmente los escritores se esfuerzan en describir su experiencia, su saber y su esfuerzo sobre lo que hablan en su libro y de la larga y bonita trayectoria que tienen para adquirir estilo y poderlo desarrollar con soltura en su libro, más pretendiendo con ello convencer al potencial lector a que lo lea. En mi caso no hay experiencia, ni saber, ni tampoco una gran trayectoria, aunque sí, un gran esfuerzo y una inestimable ayuda del propio Escritor ya que yo solo he sido el Colaborador. La diferencia es que yo ni tenía costumbre en el buen hábito de leer y mucho menos en escribir cuando empecé aporreando las teclas de mi ordenador, ni me imaginaba de escritor en ningún momento, más lo más gordo e impactante es que ni siquiera sabía hacerlo porque jamás me leí un libro desde que terminé el colegio a los 14 años. Es decir, desde que terminé mis estudios de Octavo de EGB, Enseñanza General Básica en el Colegio de mi pueblo, Villanueva de Mesía (Granada), mis hábitos de, ya no de escribir, pues escribir conlleva una enorme y mayor dificultad, sino de leer cualquier libro, o sencillamente alguna columna de una revista o periódico en una salita de espera de cualquier consulta, eran totalmente nulos. Suena raro, pero así es. Me aburría y me despistaba sin disfrutar de leer, mas con los años aquella anomalía o extravagancia fue empeorando ya que la vista no la tenía como cuando era joven. Sin embargo, mira donde Dios me ha metido. ¡Os espero en el libro! Fran de Mesía