Encarna múltiples facetas: ingeniero, agricultor, investigador, escritor de proyectos, y otras que quizás no sean relevantes mencionar ahora. Sin embargo, por encima de cualquier título o descripción, J.L. Raya, nacido en Guadix, Granada, y con 62 años de experiencias acumuladas, se identifica como un explorador y narrador de la existencia. Una existencia que supera el lugar de origen, el domicilio, el género o la edad, porque en el universo literario, estas etiquetas pierden sentido.
La lectura rompe límites. No importa dónde hayas comenzado el devenir de tus días, cómo te definas o cuántos años acumules: lo esencial es comunicar, conectarnos en esos mundos que capturan la condición más humana. Raya, con esta primera novela, nos presenta una perspectiva que desafía barreras (sociales, románticas o sexuales), especialmente aquellas que nos imponemos. Además, nos incita a cuestionar todo aquello que consideramos inmutable de ellas.
¿Quién es J.L. Raya? Tal vez sea quien crea, quien contempla, quien vive. O quizá sea simplemente un cómplice que nos invita a encontrarnos a través de las páginas de su obra, porque no existe aventura más reveladora que la de descubrir en nosotros un extraño.